Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2020

La regla de oro en el noviazgo cristiano

  ¿Alguna vez te pusiste a enumerar cada uno de los consejos que te han dado sobre el noviazgo? ▪         Estén de novios al menos un año ▪         No estiren el noviazgo más de un año. ▪         Salgan siempre en grupos, con amigos. ▪         Asegúrense de tener un tiempo a solas también. ▪         No se besen antes de casarse. ▪         Pero, ¿cómo pueden saber si hay "química" entre ustedes si no se besan? ▪         Dejen en claro cuáles son los límites. ▪         No hagan exactamente lo que otros hicieron. ▪         Pasen mucho tiempo juntos. ▪         Midan la cantidad de tiempo que pasan juntos. ▪         Conozcan a varias personas antes de comprometerse con una. ▪         Mejor no traten de conocer a nadie hasta que estén realmente listos para casarse.  La lista podría seguir. De hecho, si eres parte de una comunidad cristiana, seguro tengas más cosas para agregar. El punto es que, aunque entre cristianos todos sigamos a Cristo, leamos la misma Biblia y tengamos un mis

Los comienzos de la maternidad: una obra con repercusión eternal

  Tu casa ya no te pertenece; cada rincón está invadido por juguetes y cosas de bebés. De repente, las pilas de ropa para lavar son interminables y tus sillas lucen un nuevo tapizado de pequeñas manitos estampadas con dulce de leche y chocolate que impiden ver la hermosa tela floreada que está debajo. Tus paredes se convirtieron en el bastidor de espléndidas obras de arte y ya no hay espacio en tu bañera para darte esa tan ansiada ducha porque está plagada de juguetes alrededor. Tu celular ahora está lleno de videos y canciones infantiles, las cuales repetís una y otra vez durante todo el día. En cuanto a dormir, ¿qué es eso? Ya no queda mucho tiempo para el descanso. Todas estas cosas y más suceden cuando entramos en esta hermosa labor de la maternidad, sin siquiera mencionar los nuevos temores, ansiedades, frustraciones, dolores, expectativas y comparaciones que descubrimos con el nacimiento de nuestro primer hijo. Muchas son las veces en las que podemos entrar en pánico, agotarn

Servir con un corazón que adora

  Servir a nuestro Dios sin adorarle es un obrar que, según las Escrituras, no tiene valor ni sentido delante de Él. Si bien buscamos honrarlo cuando le servimos, podemos hacer que nuestra ofrenda pierda su aroma fragante si lo hacemos con un sentir desenfocado y distante de su persona. Muchas veces, disponemos el cuerpo y la mente para una obra, pero nuestro corazón está frío e indiferente al Dios dueño y soberano de esa obra. El servicio y la adoración son frutos de vida nueva que van de la mano; crecen uno junto con el otro. Además, son el eje de la vida cristiana y aspectos prioritarios de una vida espiritualmente madura. A modo de ilustración, miremos la vida de Marta y de María, las hermanas de Lázaro. Ambas fueron dos mujeres extraordinarias que amaron al Señor Jesús. En Mateo 21:17-18 vemos que Jesús había hecho de la casa de estos hermanos de Betania un hogar donde podía reposar tranquilo. Tanto ellas como Lázaro eran amigos cercanos e íntimos de nuestro Señor ( Juan 11:5